Aunque Rihanna es considerada una de las máximas divas del R&B, ella había ocnfesado anteriormente que no le gustaba el nombre de 'diva', ya que ella no es de ese tipo de mujeres. Y el miércoles paso ella lo comprobó al subirse a un metro en Londres. Y es que la cantante tenía previsto un concierto en la Arena O2, pero no se fue una limusina ultra lujosa, al contrario, Rihanna se subió a un metro con sus guardaespaldas.
Y según testigos, ella se comportó muy amablemente con los presentes, firmó autógrafos y tomó fotografías, pero dijo que no cantaría ya que para eso, podían asistir a su concierto en unas horas. Al final del trayecto, Rihanna se bajó en una estación cerca de la Arena y se fue en un auto de lujo que la llevó para prepararse.
Al final y al cabo es Rihanna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario